lunes, 15 de junio de 2020

PENSADORES CONTEMPORÁNEOS - JOSÉ ORTEGA Y GASSET (guadahumi4)


FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA – JOSÉ ORTEGA Y GASSET (I)

JOSÉ ORTEGA Y GASSET




José Ortega y Gasset , nació en Madrid, 1883 – muriendo en 1955, filósofo y ensayista, su pensamiento, plasmado en numerosos ensayos, ejerció una gran influencia en varias generaciones de intelectuales.
Hijo del periodista José Ortega Munilla, cursó sus estudios secundarios en el colegio de Miraflores del Palo (Málaga) y los universitarios en Deusto y Madrid, en cuya universidad se doctoró en Filosofía y Letras con una tesis sobre Los terrores del año mil (1904), subtitulada Crítica de una leyenda. Entre 1905 y 1908 completó sus estudios en Leipzig, Berlín y Marburgo, donde asistió a los cursos del neokantiano Hermann Cohen.

Fue catedrático de metafísica (su titular anterior había sido Nicolás Salmerón) de la Universidad de Madrid entre 1910 y 1936. En 1916 fue designado académico de la de Ciencias Morales y Políticas. Fundó la Revista de Occidente (1923-1936), la publicación intelectual más abierta al pensamiento europeo del siglo XX español. Aneja a ella funcionó una editorial (así como su salón de tertulias) que representaría la más selecta modernidad intelectual de su época.

Elegido diputado al proclamarse la república, fundó con Gregorio Marañón y Ramón Pérez de Ayala la Agrupación al Servicio de la República. A partir de 1936 vivió en Francia, Holanda, Argentina y Portugal. Regresó a España en 1945 y residió (salvo viajes al extranjero, especialmente a Alemania) en Madrid. En 1948 fundó con su discípulo, el prestigioso Julián Marías, el Instituto de Humanidades.

LA OBRA DE JOSÉ ORTEGA Y GASSET

Ortega ocupó un lugar de privilegio en la historia del pensamiento español de las décadas centrales del siglo XX. Maestro de varias promociones de jóvenes intelectuales, no sólo fue un brillante divulgador de ideas, sino que elaboró un discurso filosófico de notable originalidad.

Gran parte de su actividad se canalizó a través del periodismo, un mundo que conocía por motivos familiares y se adecuaba perfectamente a la esencia de sus tesis y a sus propósitos de animar la vida cultural del país. Además de colaborar en una extensa nómina de publicaciones, fundó el diario El Sol (1917), la revista España (1915) y la Revista de Occidente (1923).

José Ortega y Gasset

En sus artículos y ensayos trató temas muy variados y siempre incardinados en la actualidad de su época, tanto de filosofía y política como de arte y literatura. 

Su obra no constituye una doctrina sistematizada sino un programa abierto del que son buena muestra los ocho volúmenes de El espectador (1916-1935), donde vertió agudos comentarios sobre los asuntos más heterogéneos.




No obstante, como denominador común de su pensamiento puede señalarse el perspectivismo, según el cual las distintas concepciones del mundo dependen del punto de vista y las circunstancias de los individuos, y el concepto de razón vital, intento de superación de la dicotomía entre razón pura y razón práctica de idealistas y racionalistas. Para Ortega, la verdad surge de la yuxtaposición de visiones parciales, en la que es fundamental el constante diálogo entre el hombre y la vida que se manifiesta a su alrededor, especialmente en el universo de las artes.

El núcleo del ideario orteguiano se encuentra en obras como España invertebrada (1921), El tema de nuestro tiempo (1923), La rebelión de las masas (1930), Ideas y creencias (1940), Historia como sistema (1940) y ¿Qué es filosofía? (1958). Las cuestiones de estética y crítica literaria fueron objeto de sus reflexiones en Meditaciones del Quijote (1914), Ideas sobre la novela (1925), La deshumanización del arte (1925), Goethe desde dentro (1932), Papeles sobre Velázquez y Goya (1950) e Idea del teatro (1958).

Permanentemente cercano a la realidad inmediata, abordó los asuntos políticos en Vieja y nueva política (1914), La decadencia nacional (1930), Misión de la universidad (1930) o Rectificación de la República (1931). Su estilo, más cerca de la prosa literaria que del discurso filosófico, posee una brillantez expositiva en la que reside una de las claves del éxito y difusión de sus libros.

Este autor ha sido emblemático dentro del pensamiento español, su filosofía se llama raciovitalismo, porque lo más importante es la realidad de la vida, y la vida entendida no en el sentido biológico sino como en sentido biográfico. Cada uno dice en que consiste su vida, sus tareas, aficiones, etc. y vivir es lo que vamos haciendo a lo largo del día, a lo largo de nuestra existencia y actuando a lo largo de nuestra existencia vamos creando nuestro rostro y perfilando nuestra personalidad al mismo tiempo que transformamos nuestro alrededor, porque siempre que actuamos es con relación a algo, por eso lo más emblemático de la filosofía de Ortega es la frase “Yo soy yo y mis circunstancias, pero si no las salvo a ellas no me salvo yo”.  



Ortega y Gasset estuvo muy preocupado por sus circunstancias pero la circunstancia de España en esa época, pues se perdieron la colonias. Las crisis, el atraso que tenia España respecto a Europa en ciencia, en política, etc. y estuvo muy afanado por educar .
Decía que la filosofía tenía que analizar como es el mundo, como están las cosas, para que la gente pudiera desarrollar su vida, y por eso escribía mucho en periódicos como el Espectador, y hablaba sobre política, la verdad.

Nos recuerda la actitud de Heidegger, mucho pensamiento profundo, pero si es su vida no fue coherente o no tomó una actitud definida, no interesa. Ortega dice cosas muy interesantes clarificando la experiencia.

Para Ortega lo más importante era la vida, y va analizar la sociedad, la historia, la moral, con relación a la biografía que va a ser su fuerte.

Con respecto a la sociedad, lo explica en la Rebelión de las Masas, pero hay disparidad de opiniones e interpretaciones, incluso entre sus propios discípulos.

E la Rebelión de las masas le supuso fama y escribió después de la segunda guerra mundial, en un contexto dramático.

Ortega en su juventud viajó a Alemania y se dio cuenta del desfase en la que se encontraba España en relación a Alemania, desde el punto académico, científico y político, y Ortega pensaba que España era el problema y la solución era Europa ilustrada, del conocimiento de la técnica, de las libertades con todo lo que supuso la ilustración, pero toda esa ilusión en Europa desapareció con la segunda guerra mundial, todas las ilusiones  que tenía puesta en esa Europa desaparecieron, entonces fue un tema común dejar la ciencia, como era posible que todas esas barbaries de Auswitch y los campos de concentración en pleno corazón de lo que se supone era la Europa Ilustrada, avanzada y moderna, pensando porque había ocurrido eso, entonces Ortega realiza su propio análisis de la sociedad, y cuáles son los cambios sociales que han ocurrido en Europa para llegar a esa situación y porque había ocurrido.

Cuando Ortega realiza un análisis de la sociedad no lo hace de manera marxista, Marx hablaba de estructura social, ni en la diferencia de estatus, se fija en la biografía, en cómo viven, y esa es la referencia para Ortega, la vida de cada uno, si observamos la vida de cada cual dice Ortega, hay dos tipos de seres humanos, por una parte; la minoría sobresaliente y por otra parte las masas.

¿Cuando pertenece alguien a una minoría sobresaliente? Cuando se esfuerza por intentar mejorar, cuando se esfuerza en vivir con unos valores que le permitan mejorar como persona y mejorar la circunstancia en la que está, y hablaba de los valores; sinceridad, solidaridad, etc. precisamente por eso conoce a una persona que es lo que tiene que hacer y se convierte en referente social.

La Masa son los individuos que se dejan llevar y viven; como se vive, y tienen una vida mucho más común y decía que a lo largo de la Historia siempre han existido esos dos tipos de seres humanos.

Los que en una lucha dan su vida por salva su patria se convierten en referente, y dice Ortega a veces hay momentos en la historia, la gente que con  una serie de valores se deja arrastras es cuando se hunde, y dice Ortega que eso pasó con la caída del Imperio Romano, y los que tenían que haber sido los referentes se corrompieron, y al corromperse se fue a la deriva, como ocurrió en el imperio romano

EL NIÑO MIMADO
Se caracteriza por estar acostumbrados a que sus padres le den todo, y cuando no le dan algo, que quiere se enfada y esa satisfacción debe ser inmediata.

Eso quiere decir, que vivimos con muchas comodidades en relación con otros periodos históricos.

Es el análisis que hace de Europa, y  pedimos educación gratuita, sanidad gratis, comodidades, queremos vivir muy bien, y no estamos acostumbrados a esforzarnos para vivir, ni a trabajar por la propia existencia, y si alguna de esas cosas no se nos dan, la gente se enfada y busca un líder que satisfaga solucionar todos sus problemas y esas son las gentes de los totalitarismos, que cuando aparece un líder va a solucionar todos sus problemas, y como está acostumbrado a que les soluciones sus problemas quieren fórmulas fáciles, buscan alguien que les salve.

EL SEÑORITO SATISFECHO

Este tipo ha heredado ya todo para vivir, y no tiene que esforzarse por nada, y es una persona que no es muy responsable pues piensa que todo se arregla con dinero.
Nunca pasa nada y es una persona superficial porque siempre habrá alguien que responda por él.

El europeo es un poco un señorito satisfecho en el sentido de que ha heredado todo como la tecnología, etc. sin darse cuenta del esfuerzo que ha supuesto conseguir eso, piensa que tiene todos los derechos y no tiene ningún deber, y se vuelve irresponsable.

EL BÁRBARO REBELDE
Es una consecuencia de los dos, y es el que quiere que satisfagan sus deseos y en el momento en que no se satisfacen, ataca a alguien y lo intenta destruir.

EL CIENTÍFICO ESPECIALISTA
Son aquellos a los que tienen un conocimiento especializado de algo y se creen con autoridad para hablar sobre todos. O desprecian a los otros. En una clara alusión a aquellos nazis, que escuchaban música clásica mientras metían a la gente en cámaras de gas, o utilizaban conocimientos científicos para construir campos de concentración, gulags, etc.

Este libro suscitó mucha polémica porque se ha interpretado de diferentes modos dependiendo de los críticos y entre ellos hay disparidad dependiendo de lo que diga Ortega.

Hay un catedrático que dice que esta obra se mal interpreta porque hace en sentido político y es un libro sociológico.

Cuando Ortega habla de élites no se refiere a que uno dirija políticamente a los demás sino a referentes morales, porque decía que lo que pasaba en Europa es que estaban desmoralizados, crisis de valores, como decía Husserl, pero haba precisamente de falta de referencia vitales.

Ortega se preocupa del tipo de personas que estamos educando, pudiendo ser bárbaros, y Ortega decía eso no tenía nada que ver con clases sociales, pudiendo haber obreros que sea minoría selecta, por ser una persona que se esfuerza, que quiere mejorar y tiene valores y puede haber personas de la aristocracia, como título político no como título moral, como los señoritos satisfechos, porque en su origen que eran los héroes en Grecia, que eran quienes habían batallado de un método heroico después cedían ese título a sus hijos e iban degenerado.

Algunos de sus fragmentos no dejan de ser controvertidos, es interesante leer textos de Ortega y lo que opinan sus contemporáneos






Para Ortega es muy importante la biografía, y fue uno de los primeros en hablar de generaciones, y para él una generación es un conjunto de personas que tienen una sensibilidad por la misma circunstancia y ven el mundo de un modo parecido, y son los coetáneos. Los contemporáneos son los que viven en una misma época, y son contemporáneos los de una época tres generaciones de la misma época, pero coetáneos son los que pertenecen a la misma generación y les da un aire de familia.


Esas tres generaciones que hace ortega es bastante oportuno, y se basa en la biografía para explicar cómo las personas se comportan en la generación a la que pertenecen.
Hay ciertos conceptos e ideas de las que se han generación como el conflicto generacional que se convierte en cultural, hasta los 30 años hay que conocer el mundo donde se esté, pues se está inspeccionando aún no se conoce y hay que investigarlo.

De los 30 a los 45 años, ya se conoce el mundo y quieren cambiar lo que no le gusta del mundo que se ha heredado.

De los 45 a los 60 se ha llegado a los juicios de responsabilidad en el mundo en que se está y lo que se quiere es mantenerlo.


Esa es la visión de Ortega.

Por el ejemplo en el trabajo, hay personas que tienen de 45 a 60 años que no quieren cambiar las cosas, porque son las cosas que han contribuido a que todo funcione y si las cosas funcionan para que cambiar, luego están los de 30 a 45 que son los que intentan cambiar las cosas. La gente más mayor no quiere cambiar las cosas porque ha vivido la experiencia de muchos cambios que han sido inútiles, y están cansados de cambiar y cambiar para nada o ir a peor, por lo que entonces no tiene ningún sentido cambiar. 
Los más mayores ya se han enfrentado a muchos cambios y a la hora de enfrentarse cambios, también han tenido que cambiar de ideas, y han tenido que innovar pues no les ha quedado más remedio.

También a la hora de los cambios, influye en el caso particular de cada persona, si una persona ha vivido y ha tenido que cambiar mucho en su vida porque las circunstancias se lo han obligado, es una persona acostumbrada a los cambios, sin embargo, si una persona ha tenido que cambiar muy poco le cuesta más, eso ya depende de las generaciones, si las creencias que se tienen normalmente no se cambian y se vuelve cómo, por lo que ante una crisis por algo que no funciona es más difícil aceptarlo.
Ortega va a defender la moral y siempre se refiere a la vida, a la biografía, y no se trata de cumplir el deber por el deber, o el deber por el deber en cualquier circunstancia, no, no se trata de hacer lo que más conviene a cada individuo, ni siquiera lo que beneficia a la mayoría, si no que se trata de tener una moral neutra, es decir, buscar el perfeccionamiento vital, es decir, aquello que nos hace mejores, que son en última instancia los valores.
Ortega decía, ¿Qué valores? La sinceridad, solidaridad, perfeccionamiento, las inquietudes culturales, buscando aquello que te va a permitir mejorar como persona, pues se puede ser erudito sin valores.

Cada uno y en cada circunstancia siempre hay algo que hacer, y cada uno tiene que encontrar que cumplir en cada misión que tiene, en el sentido en que para Ortega la verdad es perfectiva, y cada uno en función de la verdad de su situación ve un aspecto de la realidad diferente.

Hay que permanecer fiel a ti mismo, porque siendo fiel a uno mismo, desde el punto de vista propio es cuando se puede aportar algo, pues de la misma manera en una circunstancia concreta hay que hacer algo y salvar la propia circunstancia, y lo que tiene que hacer uno mismo no lo puede hacer otro, es una persona insustituible, y cada uno tiene que hacer lo que tiene que hacer.

La distancia entre lo que somos y lo que debemos ser es el tener que ser y tiene que guiar nuestra vida en el día-día, la moral heroica, el perfeccionamiento, crecimiento, transformación de la circunstancia, de tal manera que uno no se convierta tampoco en referente para los demás, pero que lo que el individuo haga, merezca la pena.

Sobre la Rebelión de las masas hay interpretaciones del texto de sus propios discípulos y escuchar al catedrático de la UNED y cual es la sintomatología del europeo que se encuentra Europa, porque para él había una crisis de valores, y decía “estamos desmoralizados” porque sobre todo la reacción de Cuser fue considerar toda una fenomenología y teoría del conocimiento que nos permitiera ver cuales eran esas verdades que nos separan de la realidad.

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Introducción: 
La fenomenología pura, de la que aquí queremos buscar el camino, caracterizar la singular posición que ocupa entre las demás ciencias y mostrar que es la ciencia fundamental de la filosofía, es una ciencia esencialmente. nueva, alejada del pensar natural por lo que tiene de peculiar en principio y por ende pugnante por desarrollarse sólo en nuestros días. Se llama a sí misma ciencia de "fenómenos". A los fenómenos se dirigen también otras ciencias, ha largo tiempo conocidas. Así, se oye designar a la psicología como una ciencia de los fenómenos psíquicos, a la ciencia natural como una ciencia de los fenómenos físicos; igualmente se habla a veces en la historia de fenómenos históricos, en la ciencia cultural de fenómenos culturales; y análogamente por lo que respecta a cosas más nencias de reafraaáes.

Por distinto que pueda ser el sentido de la palabra fenómeno en semejantes expresiones, lo cierto es que también la fenomenología se refiere a todos estos fenómenos en todas las significaciones posibles; pero en una actitud totalmente distinta, que modifica en determinada forma todos los sentidos del término fenómeno con que nos encontramos en las ciencias que nos son familiares desde antiguo. Sólo en cuanto modificado de esta suerte, entra el fenómeno en la esfera fenomenológica. Estudiar estas modificaciones, elevar por medio de la reflexión lo que tienen de peculiar esta actitud y las naturales al nivel de la conciencia científica, he aquí la primera y nada leve tarea que debemos llevar a cabo plenamente, sí queremos abrirnos el campo de la fenomenología y adueñarnos científicamente de su peculiar esencia.
En el último decenio se ha hablado en la filosofía y la psicología alemanas muchísimo de la fenomenología. a* En presunta coincidencia con las Investigaciones lógicas, l .se concibe la fenomenología como un preludio de la psicología empírica, como una esfera de descripciones "inmanentes" de vivencias psíquicas que se mantienen -así se entiende esta inmanencia- rigurosa- -mente dentro del marco de la experiencia interna.
Mi oposición. Todas estas llamadas hacen referencia al Apéndice crítico. 1 E. Husserl, Logische Untersuchungen, (2 tomos, 1900 y 1901).


A esta interpretación ha servido de poco, según parece, y las explicaciones adjuntas, que precisan con rigor al menos algunos puntos capitales de la distinción, no se han entendido o se han dejado a un lado sin fijarse en ellas. De donde también las objeciones, perfectamente nulas, porque no alcanzan ni siquiera el simple sentido de mi exposición, contra mi crítica del método psicológico, una crítica que no negaba en absoluto el valor de la psicología moderna, ni desdeñaba en absoluto el trabajo experimental 11evado a cabo por tantos hombres  importantes, sino que ponía al desnudo ciertos defectos del método, en sentido literal radicales, de cuya rectificación depende necesariamente, a mi parecer, el que la psicología se eleve hasta un nivel científico superior y su camino de trabajo se ensanche en términos extraordinarios. Ocasión habrá aún de decir algunas palabras sobre las innecesarias defensas de la psicología contra mis supuestos "ataques"."- Aquí toco esta disputa ·pata subrayar enérgicamente por anticipado y en vista de las malas interpretaciones dominantes y preñadas de consecuencias, que la fenomenología pura, a la que queremos abrirnos el acceso en lo que sigue -la misma que en las Investigaciones lógicas se abrió campo por primera vez y cuyo sentido se me hizo cada vez más hondo y rico en el trabajo continuo del último decenio- no es psicología. Y que no son cuestiones accidentales de límite~ ni de términos. sino razones de principio, lo que impide su anexión a la psicología. Por grande que sea la significación metódica que por ·respecto a la psicología tiene que reivindicar para sí la fenomenología, como quiera que le aporta "fundamentos" esenciales, es (ya simplemente por ser ciencia de ideas) en tan escasa medida psicología como la geometría ciencia natural. Más aún, la distinción se presenta como más radical todavía que en el caso de esta comparación. Nada de esto hace variar el hecho de que la fenomenología se ocupe con la "conciencia", con todas las formas de vivencias. actos y correlatos de los actos.

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La reacción de Ortega es analizarla a las personas, para saber que tipología tiene cada uno, y que referentes existen, y ver en que se ha convertido el hombre.

Las ideas políticas de Ortega era que mirando Alemania veía el desfase que había en España cultural pero también había un desfase político, porque en España se implantó la Restauración que no se correspondían para nada con las circunstancias sociales, y era necesario una regeneración de España.

De hecho, el decía que en un intento de litigio entre una España caduca, con unas instituciones políticas dela restauración que no se correspondían con el desarrollo comercial ni social, y por otra parte una España más vital que quiere cambios, pero entre una no tiene la fuerza suficiente como para transformar las cosas, y entre unos y otros España se encuentra INVERTEBRADA, otra de sus afirmaciones, y era necesario un cambio político, mediante élites directivas y educar a la población.

Ortega organizó la Liga para la educación política, precisamente para formar políticamente a las personas y pudieran llevar a cabo un cambio político, que debería ser una élite política en que los políticos tuvieran una formación en política y humana, parte de ser un referente moral. Los contenidos concretos de su reforma inspiraron la C.E. 1978., que ahora son de sentido común, pero en su época fueron innovadoras.

Ortega proponía una Reforma Constitucional para proteger los derechos y libertades fundamentales civiles y políticos y la descentralización de las autonomías que autogestión, con una política social con jubilación, educación y sanidad para todos, cobrar durante las bajas médicas, vacaciones pagadas.

La Rebelión de las masas es un concepto sociológico y político, pero en alguno de los textos la cosa se complica.
José Javier san Martín salas ha hecho un estudio sobre de los mejores Ortega 









En el texto habla mucho de la minoría selecta, y lo que significa la masa, que no se refiere a explicaciones de tipo político, sino que se refiere a un hecho más radical que es, una clasificación de tipo moral, de tipo vital, y que para llevar a cabo un tipo de actividades uno tiene que esforzarse.

Videos de cómo interpretan la rebelión de las masas tres discípulos de Ortega y Gasset, uno es José Luis Aranguren, Javier Marías  y María Zambrano, una de sus discípulas.



































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